(L. Sativus y L. Cicera El Lupín)
La sintomatología ha sido tomada de los casos de latirismo o intoxicación por
la ingestión excesiva o exclusiva (zonas mineras en España) de lupines.
Sintomas mentales de LATHYRUS
1 Deprimido; hipocondriaco.
Sintomas generales de LATHYRUS
** 2 Peor: por el viento o el tiempo frío y húmedo, por el tacto y por el
movimiento. Mejor: acostado, en reposo y por destaparse.
Sintomas particulares de LATHYRUS
3 Pesadez en el estómago; indigestión. Ardores de estómago. Náuseas.
Vómitos. Hematemesis. Ardor en la punta de la lengua.
4 Cólicos. Diarrea urgente. Disenteria. Constipación.
5 Incontinencia de orina. Presión en la vejiga que, si no es satisfecha de
inmediato, sale la orina con gran fuerza. Micciones frecuentes por frío.
6 Impotencia. A veces erecciones con poluciones.
7 Lumbago. Dolores de espalda, tan intensos que le impiden moverse, y que
aparecen o se agravan al tocarlo.
*** 8 Temblores en las manos, peor al intentar hacer algo con ellas. El
cuadro clásico de este medicamento (y del latirismo) es una parálisis de los miembros inferiores, una paraplejia, a menudo totalmente indolora, y que días o semanas después, se hace espasmódica, acompañándose de contractura de los
extensores y abductores, hiperreflexia rotuliana, temblor intencional y marcha
vacilante, y frecuentemente Romberg positivo, hormigueo y frialdad en los
miembros afectados, y adelgazamiento o atrofia (parcial o total) de los
mismos. Este cuadro se produce especialmente en jóvenes del sexo masculino, y
responde a la imagen de la poliomielitis anterior aguda o enfermedad de Heine
Medin, en la cual ha sido utilizada, pero especialmente en su profilaxis, como
en la terrible epidemia observada en Buenos Aires en 1956, que causó numerosas
víctimas, y en la cual fue administrada a la 30ª o a la 200ª, una dosis diaria
durante 15 días, repitiendo después de unos días de intervalo; a través de
unos 80 homeópatas que lo indícaron a sus parientes y a todos los parientes y
relaciones de los mismos, llegó a darse el medicamento a una cantidad de
aproximadamente 300.000 personas, entre las que no se presentó ningún caso,
aunque la morbilidad general fue muy importante. Cuando caminan, van con el
tronco hacia adelante, y parecen caer de un pie al otro; o coloca mal los pies
o los entrecruza y se engancha, o chocan las rodillas; o camina apoyando el
peso del cuerpo en las articulaciones metatarsofalángicas, sin tocar nunca el
suelo con los talones. Parálisis espástica de miembros inferiores en tiempo
húmedo y frío. Cuando está parado, su cuerpo se ladea hacia adelante o a los
costados, como si fuera a caerse; apoya las manos en las caderas; esto sucede
con los ojos abiertos o cerrados. Piernas cianóticas, frías o calientes, que
se hinchan cuando cuelgan. Rodillas rígidas y flexionadas; tobillos rígidos.
Paraplejia espástica, con marcha espástica. Esclerosis lateral amiotrófica.
Esclerosis en placas. Atetosis. El paciente está sentado inclinado hacia
adelante; le es muy dificultoso levantarse.