MURIATICUM ACIDUM


Homeopatía MURIATICUM ACIDUM Imagen general de MURIATICUM ACIDUM.



¿Qué es el Muriaticum Acidum y cómo puede ayudar a mejorar la salud?

El Muriaticum Acidum es un remedio homeopático que se utiliza para tratar una variedad de dolencias y trastornos, desde problemas digestivos hasta problemas emocionales. Está hecho a partir de cloruro de hidrógeno, una sustancia química que se encuentra en el agua de mar. El Muriaticum Acidum ha sido utilizado durante siglos para tratar una amplia gama de afecciones de salud, desde dolores de cabeza y dolores musculares hasta problemas digestivos, trastornos emocionales y trastornos nerviosos.

El Muriaticum Acidum se utiliza para tratar los síntomas de muchas enfermedades, como la gastritis, la diabetes, la depresión y la ansiedad. Está diseñado para aliviar los síntomas y ayudar al cuerpo a curarse a sí mismo. Esto se logra al equilibrar el sistema inmunológico y mejorar el flujo de energía en el cuerpo.

El Muriaticum Acidum se puede tomar en forma de pastillas, líquido o ungüento. Las pastillas se toman una o dos veces al día, generalmente con las comidas. El líquido se toma una o dos veces al día, generalmente con agua. El ungüento se aplica directamente sobre la zona afectada.

El Muriaticum Acidum puede ayudar a mejorar la salud de muchas maneras. Estimula el sistema inmunológico, lo que ayuda a combatir infecciones. También ayuda a aliviar la ansiedad y la depresión, aliviar los dolores de cabeza y los dolores musculares, mejorar la digestión y fortalecer el sistema nervioso. Además, puede ayudar a reducir el colesterol y los triglicéridos, lo que puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

El Muriaticum Acidum es un remedio natural seguro y eficaz para tratar muchos trastornos de salud. Si está interesado en probarlo, hable con su médico para asegurarse de que sea seguro para usted. El Muriaticum Acidum puede ser una excelente opción para aquellos que buscan un tratamiento natural para mejorar su salud.

¿Qué es el Muriaticum Acidum?

El Muriaticum Acidum es un remedio homeopático que se utiliza para tratar una variedad de dolencias y síntomas. También es conocido como ácido clorhídrico diluido, y se prepara a partir de una solución diluida de ácido clorhídrico en agua destilada.

¿Para qué se utiliza el Muriaticum Acidum?

El Muriaticum Acidum se utiliza para tratar una amplia gama de síntomas y dolencias, incluyendo:

  • Problemas digestivos, como acidez estomacal, indigestión y diarrea
  • Problemas respiratorios, como tos, bronquitis y asma
  • Problemas de la piel, como eczema y psoriasis
  • Problemas emocionales, como depresión, ansiedad y tristeza
  • Problemas de sueño, como insomnio y pesadillas
  • Problemas de la vejiga y los riñones, como infecciones urinarias y cálculos renales

¿Cómo se utiliza el Muriaticum Acidum?

El Muriaticum Acidum se administra en forma de pequeñas píldoras o gránulos que se disuelven debajo de la lengua. La dosis recomendada varía según la dolencia o el síntoma que se esté tratando, y debe ser determinada por un profesional de la salud capacitado en homeopatía.

¿Es seguro el Muriaticum Acidum?

Sí, el Muriaticum Acidum es seguro cuando se utiliza según las indicaciones de un profesional de la salud capacitado en homeopatía. Al ser un remedio homeopático, se prepara a partir de una solución diluida de ácido clorhídrico, lo que significa que no hay riesgo de toxicidad o efectos secundarios graves.

Conclusión

El Muriaticum Acidum es un remedio homeopático seguro y efectivo que se utiliza para tratar una amplia gama de dolencias y síntomas. Si está considerando utilizar este remedio, asegúrese de trabajar con un profesional de la salud capacitado en homeopatía para determinar la dosis adecuada y el tratamiento adecuado para su dolencia o síntoma específico.



(Acido Clorh?drico)

Sintomas mentales de MURIATICUM ACIDUM

** 1 Gime suave y constantemente, se queja. Triste, taciturno, irritable. Inquieto. Sufre en silencio, taciturno, como si fuera a morir. Inquietud y quejidos durante la fiebre, da vueltas en la cama. Se queja durmiendo. Habla durmiendo. ** 2 Se olvida de lo que acaba de decir. Indecisi?n. Inconsciencia durante la fiebre. Estupor en la escarlatina. Ideas constantes sobre hechos recientes, durante el parto. Piensa que alguien camina detrás.

Sintomas generales de MURIATICUM ACIDUM

*** 3 Estados adin?micos, generalmente con fiebre alta, r?pido abatimiento y gran postración, casi paral?tica, que se manifiesta en los ojos semicerrados, la mandíbula colgante y el enfermo se desliza y se hunde en la cama (hay que erguirlo y levantarlo hacia la cabecera a cada rato), con gran inquietud y congestión (ver 1) y, a menudo, con incontinencia de orina y materias fecales. Enferrnedades muy astenizantes, con quejidos e inconsciencia. * 4 Peor: por el menor contacto; por el tiempo h?medo; por las bebidas frías; antes de medianoche; por lavarse con agua fría; por el reposo; después de dormir. Mejor: por el movimiento; por el calor; acostado sobre el * 5 Ardor: en las úlceras, erupciones, hemorroides, v?rices, estómago y viente. * 6 Olor muy fétido: de las secreciones (que son acres), del cuerpo y del aliento. ** 7 Mucosas secas, agrietadas, ulceradas y sangrantes, con ardor intenso y de color azulado o violeta oscuro. 8 Periostio muy doloroso y sensible. Dolores articulares contusivos. Edemas.

Deseos y aversiones de MURIATICUM ACIDUM

* 9 Aversi?n a la carne (no puede soportar ni verla ni pensar en ella) y a la cerveza.

Sintomas particulares de MURIATICUM ACIDUM

* 10 Vértigo peor al mover los ojos o al acostarse sobre el lado derecho o de espaldas o estando al aire libre. Cefaleas que aparecen o se agravan por caminar al aire libre o al viento, al erguirse en la cama o mover los ojos, y mejoran al mover el cuerpo o hacer ejercicios. Pesadez occipital, como si tuviera esa regi?n llena de plomo, con visión nublada, peor al mirar fijo un objeto. Cefalea peor sentado ergu?do, mejor caminando lentamente. Puntadas en la cabeza. Sensación de tener el cerebro golpeado o suelto. Sensación de que los pelos estén de punta. Sudores en la cabeza. * 11 Prurito, ardor y puntadas en los ojos. P?rpados rojos e hinchados. Hemiopia vertical. Neuralgia sobre el ojo izquierdo. Diplop?a. * 12 Otalgia. Pulsaciones en los oídos. Insensibilidad del conducto auditivo. Hipoacusia, sordera. Hiperacusia, no tolera sonidos de voces ni ruidos. Oye mejor un reloj que la voz. Oye zumbidos y silbidos. 13 Narinas ulceradas y doloridas. Obstrucci?n nasal. Coriza con cosquilleo, estomudos, secrecién mucosa corrosiva o espesa y amarillenta. Epéstaxis continua. ** 14 Calor en la cara, con enrojecimiento ardiente de las mejillas, cuando camina al aire libre, sin sed. Mand?bula colgante. Pecas. Granitos. For?nculos en las sienes. Labios secos, agrietados, ardientes o en carne viva; o con erupciones y costras; el inferior hinchado y arde. * 15 Odontalgias pulsátiles, peor por bebidas frías, mejor por el calor. Los dientes se mueven. Fuliginosidades en los dientes. Encías hinchadas, ulceradas y que sangran fácilmente. *** 16 Boca seca, o profusa sialorrea. Lengua seca como el cuero, endurecida y paralizada; hinchada o atrofiada; con placas; dolorida y azulada. Pesadez de la lengua, como si estuviera hecha de plomo, lo que le impide hablar. Ulceraciones profundas de base negra, ? ves?culas o pústulas, en la lengua. La boca esté llena de úlceras profundas. Aftas. Aliento fétido. N?dulos duros en la lengua; epitelioma. Mucosa bucal roja, dolorosa, en carne viva; con puntos blancos. Estomatitis malignas con adenopatéas. Falsas membranas. Siente la lengua muy larga. ** 17 Difteria con paladar y velo cubiertos de una falsa membrana; mucosa de la garganta de color rojo oscuro, hinchada y ardiente y cubierta de placas blanco gris?ceas; con gran postración. Garganta seca y dolorida, como si estuviera excoriada o en carne viva. Uvula y am?gdalas hinchadas. Sialorrea que debe tragar. Violento espasmo en la garganta, y se atraganta, al intentar tragar. Siente en la garganta gusto a grasa rancia, o p?trido, como a huevos podridos, con sialorrea. ** 18 Todos los alimentos tienen un gusto dulzón. Bulimia y sed excesiva. Gran sed durante los escalofríos, y sin sed durante la fiebre. Hipo. Regurgitaciones p?tridas o amargas. V?mitos alimenticios, o biliosos (de noche). Sensación de vacío gástrico desde las 10 horas hasta el anochecer, que no mejora comiendo. Gastralgias contractivas, con sensación de retracción. 19 Dolores en el vientre como calambres, con pinchazos, desde el ombligo a los flancos e hipocondrios, con borborigmos y sensación de plenitud. Sensación de vacío en el abdomen. Pinchazos en las ingles. Cirrosis hepática. *** 20 Dificultad para defecar, con heces muy chicas. Diarrea con heces abundantes, oscuras o hemorrágicas, que salen involantariamente al orinar o al eliminar un flato o al moverse; no puede orinar sin mover el vientre al mismo tiempo; el paciente piensa que va a salir un flato, pero simulténeamente orina. Ano muy sensible, ardor y dolor anal, mejor por el calor o baños calientes. Hemorroides que sobresalen como un racimo de uvas, azuladas, muy sensibles y dolorosas al más m?nimo contacto (con violentas puntadas), calientes, hemorrágicas; no tolera ni el contacto del papel higi?nico; que aparecen repentinamente en niños; en el embarazo; salen después de orinar o defecar, después de la diarrea o caminando. El ano esté muy sensible a?n sin hemorroides, y peor durante la menstruaci?n. Prolapso anal o rectal mientras orina y durante la diarrea. Prurito anal. Sale sangre negra, l?quida y descompuesta; hemorragias peri?dicas. ** 21 Chorro débil al orinar, y sale lentamente. Debilidad de la vejiga, debe esperar un largo rato y hacer mucha fuerza hasta que sale la orina, y se le produce un prolapso rectal por el esfuerzo. 22 Prurito escrotal que no mejora por el rascado. Excoriaci?n del prepucio. Pene relajado. Ausencia de deseos sexuales. Impotencia. * 23 Sensación de tironeo hacia abajo en el ?tero, como si fuera a venir la menstruaci?n. Triste y taciturna durante las menstruaciones, que son muy adelantadas y copiosas. No tolera el más m?nimo contacto en la vulva, que esté muy sensible. Ulceras en la vulva con secrecién p?trida, y gran sensibilidad. Flujo con dolor lumbar. 24 Ronquera, aguda o crónica, con dolor en el pecho. Tos violenta seguida de gorgoteo en el pecho. Dolores lancinantes en el tórax al moverse o inspirar. Dolor esternal. Opresión. * 25 Pulso peque?o, débil, r?pido; con intermitencias cada tercer latido. Siente las palpitaciones o los golpes cardíacos en la cara, de noche. 26 Dolor en la espalda, como si hubiera estado doblado mucho tiempo, o por esfuerzos. For?nculos en la espalda. ** 27 Debilidad paral?tica y dolor en los hombros. Pesadez en los antebrazos, y dolor como calambres, o desgarrantes en manos y dedos. Prurito voluptuoso en las palmas. Dolor como calambre en la eminencia tenar, al escribir. Dedos fríos, pálidos y dormidos de noche, como muertos. Debilidad en los muslos con marcha vacilante. Erupci?n escamosa en el dorso de las manos y parte superior de los dedos. Erupci?n pruriginosa en los muslos. Rodillas hinchadas. Afecciones del tend?n de Aquiles, con dolores muy agudos, día y noche, que le dificultan dormir y caminar. Ulceras dolorosas, ardientes y p?tridas en las piernas. Pies fríos; puntas de los dedos hinchadas, rojas y ardientes. Calor ardiente en palmas y plantas. 28 Gran somnolencia diurna que desaparece al hacer ejercicio. Insomnio antes de medianoche, con inquietud, quejidos, y se desliza hacia abajo en la cama. Se despierta con frecuencia y temprano, porque siente frío en la cama. Sueños angustiosos. * 29 Prurito voluptuoso y cosquilleo, con deseos de rascarse. Sarna con prurito peor por el calor de la cama. For?nculos que duelen al tocarlos. Ulceras p?tridas y dolorosas, que arden en los bordes, que son azulados. P?stulas negras. Carbunclo. Erupciones papulosas y vesiculosas con intenso prurito. Eczema solar. Pecas. Ulceras de dec?bito. *** 30 Fiebre tifoidea o formas tépicas de la escarlatina (con petequias), o difteria (ver 16 y 17), con los síntomas mentales (ver 2), generales (ver 3), de la boca (ver 14 y 16) y recto (ver 20) ya descriptos. Hay frío y estremecimientos en todo el cuerpo, con bostezos y desperezamientos, con calor externo y ardor en la cara, mejillas calientes y manos frías. Calor intenso durante la fiebre, con piel ardiente con tendencia a destaparse, sobre todo de noche. Sudores nocturnos, sobre todo antes de medianoche, especialmente en la cabeza y espalda. La fiebre suele acompa?arse de hemorragias oscuras, coaguladas y fétidas. Fiebre amarilla.

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